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Dharma

Cómo llego el Dharma a mi vida

Llevo casi veinte años en esta búsqueda espiritual que me ha llevado por varias tradiciones, con curiosidad y escepticismo. Siempre mirando desde fuera, latiendo con cada camino, y a la vez, dudando de cada camino. El mío, hasta ahora no parece haber sido un compromiso total con ningún camino. Por eso, cuando me pidieron que hablase de la llegada del Dharma a mi vida, me resistí a la idea de escribir sobre ello. Porque el Dharma no llegó a mi vida y la transformó por completo, no abracé las enseñanzas de golpe y no les permití que inundaran todos los aspectos de mi vida. Mi experiencia es menos llamativa que eso, no hay espectacularidad, ni grandes cambios. Así es como parece que funcionó, necesito tiempo para integrar los conocimientos en mi consciencia, pero no por ello lo valoro menos. 

Las enseñanzas me llegaron muy gradualmente, hace unos seis años, leyendo un libro escrito por un monje budista, me emocioné, me hizo llorar a lágrima viva y resonar con cada palabra escrita, después fue un poema de Padmasambhava sobre la fortuna de tener una existencia humana y la necesidad de aprovecharla, me tocó tan profundo que enmarqué el poema y lo puse en un lugar de mi habitación para leerlo a diario y no olvidarlo. Mientras, una querida amiga me hablaba, de vez en cuando, de su retiro en Diamond Mountain, de lo afortunada que se sentía de poder estar aprendiendo cerca de Geshe Michael y me trasmitía en su discurso algo parecido a lo que había sentido al leer aquel poema de Padmasambhava. Tímidamente escuché alguna de las charlas de Geshe Michael que me llegaban a través de mi amiga y, al inicio de la pandemia me inscribí en el curso en línea de Lam Rim sobre la Rueda de la vida. 

Mis resistencias se disolvieron bastante y me enamoré de las enseñanzas, salía a caminar cada mañana por el campo y escuchaba cada clase de Geshe Michael dos o tres veces. Iba riendo a veces, porque su sentido del humor hace que seguir las enseñanzas sea divertido y emocionante, otros días iba llorando mientras lo escuchaba, conmovida por la verdad que me trasmitían las enseñanzas. Me sentí de nuevo privilegiada de habitar un cuerpo humano y con ganas de abrazar por completo el Dharma, pero mi entusiasmo seguía un tanto intermitente. Me alentaba que Geshe Michael, hablase de sus propias faltas tras 50 años de práctica del budismo, eso volvía las enseñanzas accesibles y humanas. Escuché algunos de los cursos de ACI y otros cursos de Lam Rim anteriores, me sentí reconfortada y tranquila al saber que tenía todo ese conocimiento para mí disponible cuando pudiera necesitarlo. Me dio una seguridad enorme, ahí empecé a entender el concepto de tomar refugio en las enseñanzas, el mundo externo puede desmoronarse, pero siempre me puedo asir del Dharma.

Así lo sentí unas semanas después, cuando murió mi padre, pude estar a su lado acompañándole en el proceso de morir, llevaba años preparándome para ello, con formaciones y terapias, pero fue el Dharma el que más me reconfortó. En los momentos de mayor fragilidad, escuchar el mantra del buda de la medicina me llenaba de paz y sentía que intentar acompañar a mi padre con una mirada de Bodhisattva, (por torpe que fuera mi intento), era lo mejor que podía hacer por él. Gracias a las enseñanzas estoy empezando a aprender desde qué lugar y con qué intención he de estar acompañando a alguien a morir o cuando está en duelo, nada me ha preparado mejor para eso que el Dharma y doy gracias por ello. Ahora, con las experiencias vividas estos últimos meses, después de muchos años de búsqueda siento que se abre ante mí un propósito, un camino de vida de servicio y aprendizaje constante. Parece que mi propósito toma la forma, en este momento, de servir acompañando a las personas en el proceso de morir o en sus duelos, pero las formas cambian, lo que espero que permanezca en mi corazón es el deseo de sentir al resto de los seres, ser uno conmigo y de comprometerme con cada ser para el bien de todos, por muchas dudas que me asalten o errores que cometa.

Mi querida amiga, aquella que me había acercado al Dharma, contactó conmigo, hacía muchos meses que no hablábamos, quizás años. Me dijo que había sentido que yo me estaba abriendo a las enseñanzas, y así era después de años de dudas, y me propuso ayudar a difundir la labor de ACIP, de preservación de clásicos asiáticos y su Club de Oro. Cómo no hacerlo!  esas enseñanzas que preserva ACIP me habían reconfortado en uno de los momentos cruciales de mi vida. Me gusta la idea de que esa preservación además ayude a salir adelante a muchas mujeres cabezas de familia en países de Asia, me gusta que ellas al digitalizar los manuscritos encontrados obtengan un salario digno y me gusta también que esas enseñanzas estén disponibles para toda la humanidad. No tuve dudas de querer formar parte del Club de Oro en Latinoamérica y ayudar, dentro de mis posibilidades, a sostener y difundir este maravilloso proyecto y además recibir por ello, charlas, clases y otros regalos para hacer que el Dharma siga vivo en mí. “Es dando que recibimos”, es otra de las enseñanzas que estoy integrando gracias al Dharma. Dar para un bien mayor es orientar tu vida en una dirección maravillosa. Ojalá te unas a nosotros.

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Sobre el Club de Oro

El Club de Oro ACIP, la puerta a una vida extraordinaria

Puede ser que como a mí, esta frase te parezca demasiado ostentosa y pensaste en los clichés que nos quieren vender en tiempos de pandemia…

Pero déjame contarte cómo comenzó mi viaje hacia una vida extraordinaria después de una frase que oí en una clase que transformó mi vida… o mejor dicho cómo todo lo que compone al Club de Oro y a ACIP ha hecho una diferencia en mi vida.

Hace más de 33 años nació el Proyecto de Preservación de Clásicos Asiáticos (ACIP) su misión es preservar manuscritos de sabiduría antigua para todo el mundo. Enseñanzas que se han transmitido de forma directa y que han transformado profundamente y de raíz, la vida de muchas personas a nivel mundial. 

Soy una persona común, con una vida común, sufriendo y sonriendo como cualquiera que tiene un trabajo, una familia, amigos, deudas, un gato, tristezas, alegrías, días buenos y otros no tan buenos… en fin… nada extraordinario… 

Siempre me hice  preguntas acerca de la vida y de la forma en la que vivimos, ¿esta forma en la que nos desenvolvemos es la correcta?, ¿hay otras formas?¿por qué nos pasa lo que nos pasa?

Me refiero a cómo hacemos las cosas, cómo las pensamos, las observamos y cómo es que observamos a los demás. Pensaba: “venimos a esta vida a tratar de sobrevivir; todo depende de qué tanto te esfuerces, trabajes, generes”. Debes estudiar mucho para tener un buen trabajo, para poder tener una lugar donde vivir, para mantenerte a diario, (sin contar si decides formar una familia), todos corremos para poder sostener la película que nos hemos creado… nos levantamos a las 6:00 am y nos acostamos después de las 11:00 pm corriendo y tratando de hacer lo necesario para asegurarnos de que mañana todo se mantenga… 

¿Y qué pasa si no se mantiene? ¿Alguna vez te has preguntado cuándo se va a detener todo ésto, cuándo vas a poder sentir tranquilidad, cuándo vas a poder disfrutar el día saboreando lo que haces, tomándome un tiempo para ti, para ver lo que estás  haciendo con tu vida y qué tan feliz te hace eso? ¿Te lo has preguntado? Porque yo sí, muchas veces… y fue eso lo que me impulsó a buscar fuera de la película que yo me había comprado…

En la búsqueda aprendí mucho, de diferentes culturas, creencias, personas, fue muy rico, muchas me resonaron, otras no tanto… 

Pero un día en una clase me encontré con un gran maestro hablando de una enseñanza antigua y milenaria, y me llamó poderosamente la atención, aunque confieso, al inicio no la entendí del todo, pero lo poco fui comprendiendo y me hizo tanto sentido, que me llevó a seguir buscando la forma de aprender más…  así que seguí en esta búsqueda en la que llevo más de cinco años profundizando en esa misma primera enseñanza que es la base para comprender de dónde provienen las cosas y cómo, basándote en ella, puedes llegar a crear una vida extraordinaria.  

He conocido personas maravillosas que también han transformado sus vidas y han tenido la necesidad de compartir tanto bienestar y de seguir apoyando al proyecto altruista de ACIP, gracias a ellas nace el Club de Oro; que, déjame contarte: primero se desarrolló en Rusia, luego en Alemania y ahora se está lanzando para toda la comunidad hispanohablante. Cuando supe de ésto, la felicidad desbordó mi corazón, porque todas esas enseñanzas que hacen mi vida perfecta, ahora van a estar disponibles en un solo lugar para todos los que quieran generarse una vida extraordinaria.

Hoy el Club de Oro puede hacer estas enseñanzas accesibles para todos.  Estamos viviendo momentos de transformación, quizá  sea hora de abrirnos a aprender lo que hace miles de años ha estado disponible para otros, y que ahora, gracias a ACIP, está disponible para nosotros y podamos hacer, no solo de nuestra vida sino también del mundo, algo extraordinario. 

Te invito a que visites el Club de Oro, que explores y aprendas nuevas formas de ver tu mundo:  de manera online, sin tener que salir de casa, de forma sencilla, accesible, a tu ritmo, donde siempre estaremos para ti.  

Sé parte del Club de Oro y haz de tu vida una vida extraordinaria… En el Club de Oro estamos transformando vidas.

 ¿Cómo puedo ser  parte del Club de Oro?

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Sobre el Club de Oro

¿Cómo y por qué nace el Club de Oro ACIP?

Para poder contarte nuestra historia, primero tenemos que contarte la historia de ACIP – Asian Classics Input Project o Proyecto de Preservación de los Clásicos Asiáticos, en su traducción al español.

ACIP nace en el año 1988, con la misión de preservar manuscritos de sabiduría asiática antigua, siendo una organización sin fines de lucro. Desde hace más de 30 años ACIP encuentra, preserva, traduce y comparte los textos más antiguos y valiosos de sabiduría, disponibles actualmente en el mundo y para el mundo.

Estos textos contienen la herencia filosófica, cultural y religiosa de las tradiciones asiáticas y datan de más de 2,500 años, principalmente están escritos en sánscrito y tibetano; y los hemos encontrado en colecciones privadas y bibliotecas de todo el mundo. Gracias a ACIP, los libros antiguos y su sabiduría están disponibles gratuitamente de manera virtual para todos los que deseen conocerlos.

Las enseñanzas rescatadas, la sabiduría que hay en ellas y el trabajo que aún queda por hacer nos llevó a pensar en ¿cómo podíamos apoyar, para que ACIP siga llevando a cabo su misión y para que podamos compartir las enseñanzas con todas la gente?

Fue ahí (entonces) donde un grupo de personas que contribuyen con donativos mensuales para ACIP decidieron invitar a sus amigos a colaborar y a recibir estos conocimientos y… en este colaborar, decidieron formar un club para invitar a más personas y fue tanto el éxito y la respuesta de la gente que nació el “Club de Oro ACIP”!  El primero fue en Rusia, luego Alemania y ahora estamos dando inicio al primer Club de Oro para la comunidad hispanohablante, con la misión y el deseo de que se siga preservando este patrimonio histórico que nos pertenece y nos enriquece a todos. 

 Y de qué se trata? El “Club de Oro ACIP” es un club en línea que pone a la disposición del mundo, enseñanzas profundas y transformadoras de sabiduría antigua para la vida moderna, ayudándonos a encontrar las respuestas a las preguntas más importantes que nos planteamos diariamente acerca de la vida. 

 Puedes unirte al Club de Oro ACIP para ayudar a seguir rescatando estos textos a través de una donación mensual recurrente a tu elección, de esta forma tendrás acceso directo al todo el contenido del club convirtiéndote en un Miembro Activo. 

Cada mes maestros internacionales estarán disponible de forma Online con diferentes programas diseñados especialmente para brindarte conocimientos, bienestar y ayudarte a encontrar paz mental. Tendremos para que disfrutes:

  • Un club de Lectura de sabiduría; cada mes nos acompañarás a descubrir textos rescatados y traducidos por ACIP para toda la humanidad.
  • Seminarios con especialistas sobre temas acerca de cómo lograr el éxito profesional, buenas relaciones, salud física, paz mental y la capacidad de volverte un agente de cambio en tu comunidad.
  • Descuentos especiales en nuestros eventos y clases  internacionales.
  • Tendrás la  posibilidad de hablar con alguno de nuestros maestros en forma directa, mediante nuestro programa de “Agenda de Preguntas” para ayudarte a lograr tus metas.
  • Cada mes podrás enviar preguntas acerca de los temas que compartimos, y en un encuentro en vivo elegiremos algunas para hablar de lo que más te importa.
  • Clases exclusivas con maestros reconocidos de talla internacional como Geshe Michael Roach.
  • Tendrás Clases de yoga – filosofía y práctica, ya sea que vayas empezando, tengas un nivel medio o quieras avanzar. Para toda la familia, para hacerlo solo o compartir con amigos.
  • Meditación – filosofía y práctica, meditaciones guiadas que te ayudarán a mantener tu mente clara y te permitirán fluir en la vida diaria. Dirigidas a todos los niveles.
  • Hablaremos de comida saludable  y Ayurveda. Las bondades de llevar una vida equilibrada.
  • Podremos enviarte, si así lo deseas, material de lectura para disfrutar en tu hogar.
  • Compartiremos Podcast de enseñanzas que podrás oír en el momento que elijas. 

Y tendremos mucho más contenido para compartir con los Miembros del Club.

Queremos que todos sean parte del Club de Oro ACIP  y por esto el acceso no tiene un costo mínimo, dejaremos que cada quien decida cuánto aportar.    

Dejaremos que seas un filántropo para nosotros.                                                  

 Lo que cuenta es tu intención.                                                                                    

Te esperamos para crear historias que inspiran.